SŒUR BÉATRICE de Dimitri Mitropoulos
Más conocido por su faceta de prestigioso director de orquesta, también fue pianista y compositor. Y en su faceta como compositor, nos referimos en esta ocasión a su única aportación a la ópera, el milagro en tres actos Sœur Béatrice.
9/3/20244 min read


SŒUR BÉATRICE de Dimitri Mitropoulos (1896-1960)
Más conocido por su faceta de prestigioso director de orquesta, también fue pianista y compositor.
Y en su faceta como compositor, nos referimos en esta ocasión a su única aportación a la ópera, el milagro en tres actos Sœur Béatrice.
Nacido en Atenas y habiendo estudiado allí inicialmente a principios del siglo XX con el compositor y director de orquesta belga Armand Marsick como principal maestro, completó posteriormente sus estudios de piano, composición y dirección de orquesta en Bruselas y Berlín.
Su música fue moldeada aún por las dos influyentes escuelas de música que predominaron durante el período de sus estudios: la escuela alemana y la francesa.
Su ópera Sœur Beatrice (escrita entre 1917 y 1920) refleja plenamente estas influencias; por supuesto, la escuela de música francesa ocupa el primer lugar, ya que Sœur Beatrice se basó en el “milagro” escrito por Maeterlinck. De manera similar, su lenguaje musical demuestra la influencia de César Franck por excelencia, así como la de Debussy y Wagner. Sin embargo, mucho más que las influencias habituales y detectables que se puede esperar encontrar en la obra de un joven compositor, Sœur Beatrice también revela un nivel de talento dramático tan prominente que incluso Camille Saint-Saëns, el “grand maître” de la música francesa de esa época, habló sobre “Sœur Beatrice” y su compositor de la manera más halagadora después de verla en Atenas en 1920, en la que fue su única representación en escena.
Marsick y Mitropoulos –maestro y discípulo- estaban unidos por un vínculo común: Wagner y Franck, que parecían las figuras ideales más destacadas para el maestro, mientras que para el discípulo emergían como la principal fuente de inspiración para la composición de Soeur Béatrice. El joven compositor ateniense intentó expresarse dando forma a un lenguaje romántico y poético enriquecido con elementos de la música de Claude Debussy. Además, la relación de Mitropoulos con Debussy se hace evidente por la decisión de utilizar el libreto de Maeterlinck para su ópera. Según Costas Zaroukas en su libro sobre el poeta simbolista, Maeterlinck había escrito inicialmente el “milagro”, como solía llamar a Soeur Béatrice, para Gabriel Fauré, quien finalmente no lo pondría en música. Aparte del propio Mitropoulos, también utilizó el texto el compositor Albert Wolff, para una ópera en un solo acto dividida en tres cuadros, que se representó por primera vez en Niza en 1948, aunque sin que, aparentemente, causara ninguna impresión especial.
No se sabe si el origen belga de Marsick y Maeterlinck indujo, de algún modo, a que Mitropoulos conociera el texto francés de Sœur Béatrice y su elección final para la composición de la ópera. Pero sí se sabe que el texto en sí, con su piedad subyacente y sus alusiones implícitas a la escuela francesa más amplia que prevalecía en ese momento (Pelléas de Debussy, Ariane et Barbe-Bleue, de Dukas, ambas obras de Maeterlinck), impulsó al joven Mitropoulos a ponerle música.
Desde un punto de vista musicológico, el Tristán de Wagner y el Pelléas de Debussy, fueron de vital importancia para el compositor de veinte años de edad; asimismo, desde una perspectiva idiomática musical, el lenguaje armónico junto con la singularidad morfológico-formativa de Franck desempeñaron un papel significativo. Diversos matices de sonidos que emergen de monólogos o combinaciones de instrumentos como el corno inglés, el clarinete bajo o las trompas con sordina crean una atmósfera sonora idéntica a la de los modelos de Mitropoulos, especialmente Tristán. Incluso la estructura morfológica de los dos actos contrapuestos evoca instantáneamente la forma cíclica franckiana (transformación temática) al nivel de la «musique absolue» (música absoluta).
Llegados a este punto, resulta pertinente hablar de la innovación morfológico-formativa de Mitropoulos en el ámbito de la ópera. El propio argumento de la ópera favorece sin duda el vínculo entre los dos actos contrastados. Sin embargo, si se examina desde una perspectiva puramente morfológica, no se trata principalmente de leitmotivs que relacionan diversas situaciones en forma de recordatorios, situándose en paralelo con el verso en el desarrollo de la historia. Se trata más bien de repeticiones de unidades enteras, que son idénticas o variadas o incluso ligeramente enriquecidas con algún elemento nuevo que se repite insistentemente a lo largo de la obra.
También se pueden encontrar abundantes indicios wagnerianos que aluden a Tristan und Isolde y Die Meistersinger von Nurenberg, principalmente en el acto tercero, combinados con una sensibilidad de tipo francés en la orquestación en lo que respecta a los instrumentos de viento y especialmente a las trompetas.
Sin embargo, al investigador de hoy le impresiona sobre todo la asimilación creativa de la obra de todas las influencias que sufrió, así como su convincente integración morfológica y dramática. Además, el lirismo espontáneo de la ópera, rebosante de intensos clímax emocionales de una pasión casi verista, la hace aún más única.
Soeur Béatrice de Dimitri Mitropoulos se considera, con razón, una obra extremadamente importante en el auge y florecimiento de la ópera en Grecia a principios del siglo XX, así como un punto de inflexión en la historia general de la ópera griega.
ENLACES A LA MÚSICA:
Ópera completa interpretada en versión de concierto en Olympia City Music Theatre Maria Callas en 2022
https://www.youtube.com/watch?v=2DayWabTK5g
Fragmento del Acto Primero: «Madame, ayez pitié de moi»
con Martha Arapis como Béatrice.
Grabación de 1996, con dirección de Byron Fidetzis
https://www.youtube.com/watch?v=PtRc0vX_eT4
PUESTA A DISPOSICIÓN DEL LIBRETO TRADUCIDO AL ESPAÑOL:
El libreto de la ópera toma el drama original de Maeterlinck prácticamente al pie de la letra, tan sólo se han cortado unas pocas frases en dos momentos puntuales.
La lectura del drama tiene interés por sí misma para los amantes de la literatura interesados en la obra del escritor simbolista.